Terroir

El Duero, a pesar de ser una región muy antigua, todavía tiene, gracias a su gran tamaño y enorme diversidad de terroirs, mucho por explorar. Quinta de La Rosa es un buen ejemplo de esta diversidad, con viñas desde los 100 m de altura, junto al río en el imponente Vale do Inferno, hasta los 500 m de altitud en el viñedo Lamelas. También tenemos varias exposiciones al sol este, norte y sur y una gran diversidad de variedades de uva. Siempre con una vista privilegiada del río Duero, todas las uvas de la Quinta son lo mejor que la región tiene para ofrecer.

Los suelos pobres y de pizarra, combinados con una topografía muy variada, favorecen vinos con cuerpo y excelentes niveles de mineralidad, acidez y frescura. Esta combinación de complejidad y potencia, que se consigue cuando tenemos una buena maduración, y la elegancia y frescura tan características de nuestra Quinta, han hecho famosos a nuestros vinos. Nuestros vinos son elegantes al expresar su terroir sin exagerar la maduración, extracción, tanino o madera. Los blancos de La Rosa se caracterizan por notas florales y cítricas, con un buen equilibrio frutal.