Vinificación

El año 2018 fue un año fresco hasta agosto, con el mes de julio más fresco de la historia del siglo XXI. La maduración de la vid se retrasó unas 3 semanas respecto a 2017. En los primeros días de agosto se produjo un fuerte aumento de la temperatura: el 4 de agosto fue el día más caluroso del siglo XXI (hasta la fecha), y la maduración de la uva avanzó lentamente hasta septiembre. Debido al estrés hídrico impuesto, las plantas produjeron mostos con bajo grado alcohólico y buena madurez fenólica, con mucha complejidad y mineralidad. Las uvas se vinificaron respetando toda su naturaleza. La fermentación espontánea, obviamente con levaduras autóctonas, tuvo lugar en depósitos de acero inoxidable, seguida de una crianza de 36 meses en tres barricas de roble de 400 litros, de segundo y tercer uso.