Siempre en contacto con el vino, nuestra familia procede de una larga estirpe de viticultores. Como viticultores, nos encanta trabajar la vid y el vino, hasta el punto de extraer de ellos la sustancia de nuestra vida. En este pequeño juego, la Madre Naturaleza nos mece entre sus brazos.
NUESTRA HISTORIA FAMILIAR
Desde hace tres siglos, la tierra de Champaña ha moldeado a nuestra familia de generación en generación. Unas veces hemos sido albañiles, otras carpinteros - ebanistas, pero desde muy jóvenes nos hemos vinculado a las viñas. Estas vides que han proporcionado a Ambonnay su precioso néctar durante casi mil años han firmado su presencia en todos los grandes símbolos históricos de nuestra campiña.
En aquella época, la campiña de Champaña era despiadada en el sentido de que sólo los mejores terruños podían aspirar a comercializar sus vinos en los mercados. De esta época queda la huella arquitectónica de nuestro pueblo, una pequeña ciudad reunida en torno a callejuelas bordeadas por los muros de las propiedades vinícolas.
Paseos aleatorios y porches entreabiertos nos muestran varios patios cuadrados, a menudo ocultos, donde aún perdura el peso del pasado.
Fruto de una mezcla de vinos macerados para la plenitud, y Chardonnay para la elegancia y la frescura. Color marcado por la maceración del Pinot Noir. La nariz es compleja, potente, larga y marcada por los "frutos rojos". En boca es suave y potente, con notas sutiles de roble.
Este champán presenta un color dorado sostenido. En la nariz se marca por los frutos rojos con notas de frutos secos y fruta confitada. En la boca es potente y musculoso, todo ello en equilibrio con la frescura.
Bonito color dorado, con reflejos cobrizos. En nariz ofrece aromas de flor de membrillo y mermelada de naranja. El Champagne evoluciona en la copa con elegancia, calidad que revela un paladar largo, potente y muy aromático.
Se presenta dorado claro. Fresa silvestre en nariz. Fresa madura y grosella roja, brioche fresco y buena acidez. Elegante potente y lleno.
Este champán tiene un color dorado sostenido. La nariz potente está marcada por los frutos rojos con notas de frutos secos y frutas confitadas. En boca es potente y musculoso, todo ello en equilibrio con la frescura.
El color es un dorado brillante. La nariz y la boca se combinan armoniosamente en fragancias y sabores de frutos rojos como la fresa silvestre, el arándano o la grosella, al tiempo que expresan especias como la pimienta gris o blanca con un notable final persistente en notas de madera realzadas por un toque de vainilla.